China
Los chinos se refieren a esta tierra denominándola Imperio del Centro; los occidentales, adaptando el nombre de la dinastía Qin, artífice de la unificación de este país de Asia oriental, hoy el más poblado del mundo. Dejando al margen esta curiosidad, lo cierto es que un viaje a China es mucho más que unas vacaciones. Más bien, se trata de una experiencia única.
Entre los mucho que hay que ver en China, destaca su capital, Pekín o Beijing. Situada en el norte del país, esta urbe sorprende al recién llegado con reclamos como la Ciudad Prohibida, la plaza de Tiananmén, el Palacio de Verano, el Templo del Cielo o, en las afueras, las tumbas Ming y Qing y la Gran Muralla china.
En Xi’an, una de las capitales históricas del gigante asiático, se pueden visitar las torres de la Campana y el Tambor, la Gran Pagoda de la Oca Salvaje, el barrio musulmán y, por descontado, el Ejército de Terracota o Guerreros de Xi’an, el impactante conjunto escultórico a tamaño natural que custodia la tumba del primer emperador chino.
Otra de las ciudades que hay que visitar en China es Shanghái, la mayor metrópolis del país, que cautiva por los ultramodernos rascacielos del barrio de Pudong y por los jardines Yuyuán.
A estos destinos habría que sumar muchos más, como la pintoresca Pingyao, cuyo casco antiguo conserva el aspecto que tenía en la época imperial; Guilin, en cuyas inmediaciones se puede hacer un crucero por el río Li hasta Yangshuo, contemplando montañas de formas imposibles; Luoyang y Datong, lugares en los que pueden admirarse grutas con infinidad de budas y bodhisattvas excavados en la roca; Chengdu, una ciudad famosa por la presencia del oso panda y por ser el principal acceso al Tíbet; el Parque Nacional de Zhangjiajie, en el que se filmó la película Avatar; la evocadora Fenghuang, que parece haberse detenido en el tiempo…
No te lo pienses más: reserva tu pack de vuelo y hotel y regálate un circuito por China que recordarás siempre.