En un lugar de La Mancha, de cuyo nombre no quería acordarse el narrador anónimo del libro más internacional de España, se encuentran los escenarios de la novela más conocida de Miguel de Cervantes. Pese no saber a ciencia cierta dónde estaba el pueblo al que se refiere la primera frase de El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha, gran parte de sus escenarios se encuentran en esta comunidad autónoma. Así, si eres un/a apasionado/a de la literatura, te has planteado hacer turismo en Castilla-La Mancha y quieres revivir los episodios más célebres de este hidalgo y su fiel compañero Sancho Panza, no puedes perderte los pueblos de la ruta del Quijote, toda una experiencia de aproximadamente tres días que te transportará a esa época y te acercará a esta obra tan universal.
Argamasilla de Alba
Los pueblos de la ruta del Quijote tienen un competidor complicado, y es que Argamasilla de Alba es el municipio que se otorga el título del “lugar de La Mancha”, tal y como indica el cartel que se encuentra en su entrada. ¿Por qué? Pues porque, como seguramente sabes si eres un/a fanático/a de la obra, Cervantes estuvo presuntamente preso aquí cuando escribió la novela. En concreto, se trata de la cueva del Medrano, catalogada como Bien de Interés Cultural. Pese a que no existen documentos escritos que avalen esta teoría, se cuenta que el autor se inspiró en los habitantes de este pequeño pueblo durante los cuatro meses que duró su cautiverio. Entre ellos, se encontraba don Rodrigo de Pacheco, un hidalgo medio loco del que dicen que sirvió como inspiración para el protagonista de la obra. En la Iglesia de San Juan Bautista, encontramos en La capilla de la Casa Pacheco, un cuadro que donó el hidalgo solamente cuatro años antes de la publicación de la novela y en el que él mismo aparece pintado. El pie del cuadro nos desvela la enfermedad mental del donante, que coincide con la de don Quijote.
Durante la visita, provecha para visitar el castillo de Peñarroya o el monumento a Avellaneda. Este reproduce las palabras escritas por el autor del falso Quijote, publicado poco antes que la segunda parte del libro de Cervantes, y que mencionaba este pueblo como hogar de don Quijote.
Puerto Lápice
Adentrándonos en La Mancha más árida, encontramos este punto por el que nuestro hidalgo pasó varias veces durante sus aventuras. Aún se conservan plazas de la época y algunas ventas, por lo que es una típica parada para imaginarnos cómo debía ser la vida campesina durante esos años, además de probar algunos manjares típicos de la zona, como el queso manchego, los duelos y quebrantos o el membrillo.
Daimiel
Este pueblo de la ruta del Quijote es conocido por el parque natural que se encuentra en sus inmediaciones: las Tablas de Daimiel. Además de poder observar la rica flora y fauna del humedal, compuesta por carrizales y por un gran número de aves, debes saber que por esta población y su parque pasaron don Quijote y Sancho en su segunda aventura. De hecho, se dice que La Venta de Borondo, a pocos kilómetros del núcleo urbano, sirvió a Cervantes como modelo de las que describió en su novela.
Almagro
Llegamos a una localidad con el patrimonio más interesante de esta ruta. El Conjunto Histórico Artístico de Almagro se encuentra en la plaza Mayor, una típica plaza castellana en la que se encuentra el famoso Corral de las Comedias, donde se representaban funciones durante el Siglo de Oro y que se mantiene intacto con su estructura del siglo XVII. Otro punto histórico es el Palacio Maestral, que fecha del siglo XVI y que hoy en día alberga el Museo Nacional del Teatro. Reserva un tiempo para dar un paseo por el casco antiguo de Almagro, repleto de rincones de lo más pintorescos.
Este pueblo forma parte del recorrido de la segunda salida de don Quijote, y se cree que por las inmediaciones tuvo lugar el robo del yelmo de Mambrino.
Valdepeñas
Capital indiscutible del vino, ya que incluso cuenta con su propia Denominación de Origen, esta es una parada obligatoria para los aficionados a la enología y aquellos que estén buscando los mejores paquetes vacacionales. Pero, además, representa una oportunidad para recorrer la historia arquitectónica de España en un solo sitio. Empecemos por la Iglesia de la Asunción, una construcción del siglo XV declarada Bien de Interés Cultural. Seguimos por la plaza de España, centro neurálgico de la localidad y que conserva el mismo aspecto que el que tenía a finales del siglo XVIII. Además, en esta población encontrarás un gran número de casas de estilo modernista que te acercarán a las vanguardias del silgo XX. ¿Y por qué se encuentra entre los pueblos de la ruta del Quijote? Pues porque entre este pueblo y Almuradiel se cree que tuvo lugar la batalla de ovejas y carneros relatada en la novela.
Sierra Morena
Al sur de La Mancha, limitando con la vecina Andalucía, encontramos esta sierra en la que don Quijote se ocultó e hizo penitencia. Descubre por qué eligió este lugar recorriendo su cordillera, conociendo el castillo de Calatrava y el pueblo de San Lorenzo de Calatrava, desde el que tendrás una estupenda panorámica de la zona.
Villanueva de los Infantes
La última parada de su segunda salida fue este pueblecito con gran encanto, y puede que por ello este es otro de los candidatos a ser ese “lugar de la Mancha de cuyo nombre no quiero acodarme”. Además de esto, algunos investigadores sitúan el hogar del hidalgo en este punto por ser el centro cultural y político de Campo de Montiel. Sea como fuere, este se considera uno de los pueblos de la ruta del Quijote más bellos. Aquí también se encuentra la casona Caballero del Verde Gabán, nombrado varias veces en el libro. Su plaza mayor sigue conservando el aspecto que tenía en el siglo XVI, y aquí encontrarás distintas esculturas que representan los principales personajes de la novela.
No hay duda de que esta es una población muy ligada por la literatura ya que Francisco de Quevedo pasó sus últimos días en el convento de Santo Domingo.
Tomelloso
En el viaje de ida y vuelta que conforma la tercera salida de don Quijote para enfrentarse a su archienemigo, el caballero de la Blanca Luna, este pasó por Tomelloso. Además de la increíble arquitectura de su plaza central y la posada de los Portales, uno de sus principales atractivos son las 4.000 cuevas que se encuentran en el subsuelo. Se trata de aperturas creadas para almacenamiento de vino, por lo que en muchas de ellas aún se pueden ver las tinajas de barro en las que se conservaba este brebaje. Además, no te puedes olvidar de dar una vuelta por su campo, donde encontrarás los bombos, construcciones circulares que funcionaban como caseta para los trabajadores del campo.
Alcázar de San Juan
Se sabe que aquí vivió la familia Cervantes durante el siglo XVI, por lo que es muy probable que el autor naciera aquí, aunque la versión oficial dice que nació en Alcalá de Henares. La prueba que sustenta esta afirmación es una partida de bautismo que se encuentra en la iglesia de Santa María la Mayor, donde también está la pila bautismal donde supuestamente fue bautizado. Especulaciones aparte, aquí te puedes adentrar en el mundo quijotesco con una visita al museo del Hidalgo, donde conocerás la importancia que tuvo esta figura manchega durante la época en la que vivió el autor y que tanto le inspiró. ¿Qué más ver en Alcázar de San Juan? Además de las numerosas referencias al autor del Quijote, incluyendo una fonda que recrea toda la historia en unos hermosos azulejos de 1870, también encontrarás unos bonitos molinos de viento que bien podrían haber sido aquellos que nuestro protagonista confundió con gigantes.
Campo de Criptana
Y si de molinos hablamos, no podemos irnos sin mencionar Campo de Criptana, uno de los pueblos de la ruta del Quijote más fotografiados, y no es para menos, ya que es conocido popularmente por ser el famoso sitio donde el hidalgo se enfrenta a estos supuestos gigantes, que datan del siglo XVI. Este pueblo también tiene un bonito casco histórico, en el que encontrarás el edificio del Pósito, que hace siglos funcionó como banco agrícola, o la Casa de la Tercia, donde la Orden de Santiago recaudaba sus impuestos.
El Toboso
Si te suena el nombre de esta población es seguramente porque la amada de don Quijote vivía en este pueblo. En el capítulo número nueve de la segunda entrega de la novela, Sancho y el hidalgo recorren sus calles en busca de Dulcinea, un recorrido que podrás hacer siguiendo los escritos que encontrarás por el camino. Estos te llevarán hasta la casa de Dulcinea, una antigua casa de labranza donde residió Ana Zarco, de la que se dice que estaba enamorado Cervantes. Hoy en día se puede visitar para conocer cómo se vivía en la zona durante esta época. Aquí también se encuentra el Museo Cervantino, en el que encontrarás una enorme exposición de ediciones del libro que nos ocupa.
Ossa de Montiel y Ruidera
En los capítulos 22 y 23, Cervantes hace bajar a su protagonista al fondo de una cueva, donde posteriormente se quedará dormido y tendrá un sueño mágico. Pues bien, este lugar es la cueva de Montesinos, situado en el bonito Parque Natural de las Lagunas Ruidera. La cueva se encuentra a 80 m de profundidad y su gruta puede ser visitada con el acompañamiento de un guía y con el material y el calzado adecuados. También vale la pena descubrir el resto de los encantos del Parque Natural y dar un paseo por sus bonitas lagunas.
A poca distancia de este espacio se encuentra la población de Ossa de Montiel, donde encontrarás el interesante Museo Etnográfico de Ossa de Montiel y la iglesia parroquial de Santa María Magdalena. Tampoco puedes perderte el castillo de Rochafrida, situado en el camino del Tovar y de origen musulmán.
Toledo
No te olvides de visitar la increíble capital de Castilla-La-Mancha en esta ruta de los pueblos de la ruta del Quijote, ya que esta es la localidad donde se encuentran los manuscritos de Cide Hamete Benengeli, que cuentan la segunda parte de la historia de este hidalgo en la novela. El sitio exacto fue el Alcaná, el barrio comercial que se encontraba en la actual plaza de Zocodover. Aquí encontrarás el Arco de la Sangre, donde hoy en día se alza una estatua dedicada al escritor. Otros escenarios en los que se encuentra el Quijote en Toledo son la catedral de Toledo, construida en estilo gótico y el sitio donde se encuentra la capilla funeraria del mecenas del escritor, don Bernardo de Sandoval, o la plaza de los Tintes, donde está la casa en la que Cervantes y su esposa vivieron durante una época. Por otro lado, el libro se refiere a la calle de las Tenadillas, centro comercial de gran importancia durante los tiempos de Cervantes y donde aún se conservan algunas construcciones de la época. Por supuesto, la visita a Toledo también pasa por otros lugares de interés que no están ligados a la obra que nos ocupa, como la mezquita del Cristo de la Luz, las sinagogas medievales, el Alcázar o el monasterio de San Juan de los Reyes.
Como ves, recorrer los pueblos de la ruta del Quijote te traerá más cerca de la cultura y vida manchega, acercándote así una faceta del país que no es tan conocida. Con Centraldevacaciones.com, encontrarás ofertas de circuitos para viajar por la geografía española y más allá, para vivir las experiencias más únicas en el mundo con viaje más hotel incluidos.