Se acabó la temporada de verano. ¿Y ahora qué? Aunque muchos ya empiezan a echar de menos la playa y el buen tiempo, la estación del año en la que acabamos de entrar es también perfecta para una escapada de fin de semana o unas vacaciones improvisadas. Compruébalo: para ello, hoy te traemos algunos de los mejores sitios para visitar en otoño en España, en los que podrás disfrutar de espectaculares paisajes que cortan la respiración. De hecho, en ningún otro momento del calendario contemplarás esta increíble paleta de colores en plena naturaleza.
En Centraldevacaciones.com, lo tenemos todo a punto para que elijas entre las mejores casas rurales, hoteles con encanto en la montaña y muchos otros alojamientos rodeados de parajes increíbles. Echa un vistazo a nuestro top-10 de destinos para este otoño. Eso sí: ya te adelantamos que te costará decidirte solo por uno. Empezamos.
La Fageda d‘en Jordà, Girona
No hace falta viajar a Canarias para ver volcanes en España. Basta con poner rumbo a la comarca de la Garrotxa, en Girona. Y una vez allí, aprovecha para descubrir uno de los grandes tesoros naturales de Cataluña: la Fageda d’en Jordà, uno de los mayores hayedos de Europa. Este magnífico bosque se asienta sobre una colada de lava procedente del volcán del Croscat, lo que le explica lo accidentado de su orografía. El hayedo se halla en los límites del Parque Natural de la Zona Volcánica de la Garrotxa y ofrece en esta época del año una explosión cromática única, en la que los tonos rojos, naranjas, amarillos y marrones son los protagonistas. Por cierto: otro de los aspectos que lo convierten en una atracción única es la presencia de este tipo de vegetación en cotas tan bajas (entre 550 m y 660 m sobre el nivel del mar).
Durante tu visita, no dejes de subir hasta el cráter del cercano volcán de Santa Margarida, en cuyo interior hay una pequeña ermita; viajar en el tiempo en la vecina Santa Pau, uno de los pueblos medievales más bonitos de Cataluña, o recorrer la capital comarcal, Olot, situada a tan solo 4 km.
Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, Huesca
Nos desplazamos ahora a la comarca de Sobrarbe, en el Pirineo de Huesca, para descubrir otro de los mejores sitios para visitar en otoño. Nos referimos al Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, un espacio protegido de más de 15.600 hectáreas y con altitudes superiores a los 2.000 m, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1997.
Sus valles están cubiertos por una exuberante vegetación dominada por hayedos, abetos y pinos negros (en total, los bosques ocupan una quinta parte de la superficie total del parque). Ahora bien, la flora local va mucho más allá, ya que reúne 1.400 especies vegetales, incluyendo 82 endemismos de los Pirineos. Este el hogar de animales como el rebeco, el quebrantahuesos y el oso pardo, del que se calcula que hay una veintena de ejemplares en la zona (sin embargo, recuerda que esta especie acostumbra a hibernar a partir de octubre). Además, este escenario es ideal para practicar deportes de montaña y al aire libre, como el descenso de barrancos, la escalada o el trekking. Sobre todo en estos meses, antes de la llegada de las primeras nevadas (y sin las altas temperaturas de julio o agosto).
La Selva de Irati, Navarra
Continuamos nuestro viaje hacia el oeste para detenernos en el norte de Navarra. Concretamente, en el segundo hayedo más extenso de Europa: la selva de Irati. Este bosque de cuento de hadas se enmarca en el valle que forman el río Irati y sus afluentes (Egurgio, Arrantzariena, Kakolla y Txangoa) y está circundado de montañas, como los picos de Orhi, Okabe, Urkulu, Ortzanzurieta y Abodi. Allí te aguardan unas 12.400 hectáreas cubiertas de hayas y abetos blancos, consideradas por muchos como uno de los lugares de mayor interés turístico de esta comunidad foral. Y en octubre y noviembre, sus caminos lucen mejor que nunca.
Respecto a la fauna, hasta mediados del siglo XIX era habitual ver osos, lobos y ciervos, aunque hoy solo pueden avistarse estos últimos, ya que fueron reintroducidos en 1957. Si miras al cielo, también es probable que te topes con el vuelo de los buitres negros.
Parque Natural de Gorbeia, Vizcaya (Bizkaia)
Tiempo ahora de conocer el mayor parque natural de Euskadi: el Parque Natural de Gorbeia, con una extensión de más de 20.000 hectáreas. De esas, unas 6.000 están ocupadas por hayas, el árbol más numeroso, si bien también pueden encontrarse encinares y algunos bosques de ribera, de gran importancia para mantener la diversidad de los ríos.
¿Quieres avistar la fauna local? En ese caso, debes saber que el animal más común en este espacio protegido es el ciervo, aunque hay 167 especies de vertebrados en la zona. Entre los moradores más habituales, destacan la nutria, el pájaro carpintero y la trucha. En cualquier caso, el parque también ofrece numerosas opciones de senderismo y, en condiciones normales, actividades deportivas y culturales como talleres de yoga o alfarería. Consulta las opciones disponibles este año, ya que las habituales podrían verse condicionadas por el episodio de COVID-19). ¿Qué te parece?
Parque Natural de Somiedo, Asturias
Aunque tendemos a asociar el Principado de Asturias con un eterno color verde, esta descripción ofrece matices en estos meses, ya que los ocres se abren paso con fuerza. Y qué mejor escenario para atestiguarlo que el Parque Natural de Somiedo. Mucho más extenso que los anteriores —mide 39.164 hectáreas— y ubicado en el centro de la Cordillera Cantábrica, en el municipio de Somiedo, fue elevado a la categoría de Reserva de la Biosfera por la UNESCO en el año 2000.
Sus bosques, que ocupan casi la cuarta parte de la extensión del parque, reúnen hayas, arces, hayas, fresnos, tilos y robles, así como acebos, tejos, quejigos, abedules y castaños. Acentuando este abanico de colores, también hay amplias zonas de pasto, ocupando un 20% del parque, y una gran variedad faunística, que incluye osos pardos —aunque difícilmente se dejan ver a partir de octubre—, lobos, jabalíes, ciervos, corzos, rebecos, zorros, martas, tejones, garduñas, nutrias y gatos salvajes.
El parque también cuenta con rutas de senderismo que ascienden hasta una zona de lagos. No dejes de recorrerlas, mientras sientes el crujido de la hojarasca bajo tus botas. ¿Te lo imaginas?
Fragas do Eume, A Coruña
Otro de los mejores sitios para visitar en otoño en España son los bosques del río Eume, un parque natural en Galicia creado en 1997. Se trata de uno de los bosques costeros mejor conservados de Europa y uno de los pocos que quedan en el continente de este tipo. Las Fragas do Eume ocupan los municipios de Cabanas, A Capela, Monfero, Pontedeume y As Pontes de García Rodríguez, y te aseguramos que te brindarán una experiencia inenarrable.
Parque Natural de Arribes del Duero, Zamora y Salamanca
Si te estás planteando unas pequeñas vacaciones en Portugal, puedes acercarte a este enclave fronterizo con el país luso: el Parque Natural de Arribes del Duero, entre las provincias castellanoleonesas de Zamora y Salamanca. Este espacio protegido, cincelado por el curso de los ríos Águeda, Duero, Esla, Huebra, Tormes y Uces, esboza la comarca natural de Los Arribes del Duero, sin límites definidos, pero de una belleza paisajística sin parangón.
A tu llegada, te rendirás ante la majestuosidad de sus profundos precipicios y de los colores que visten sus arces, cuyas hojas adquieren una preciosa tonalidad rojiza. El lugar cuenta con miradores desde donde gozar de unas vistas únicas. No obstante, si prefieres contemplar esta joya desde una perspectiva diferente, apúntate uno de los relajantes cruceros fluviales por el Duero. Te garantizamos que valen mucho la pena. Al concluir tu travesía, anímate a regar tu escapada otoñal con uno de los excelentes vinos locales.
Hayedo de Tejera Negra, Guadalajara
Nos vamos de Castilla y León a Castilla-La Mancha, uno de los destinos de turismo rural menos conocidos, pero también uno de los que encierran más sorpresas. Y es que la patria de don Quijote es una de las regiones vinícolas más importantes de la península… y una caja de sorpresas en cuanto a paisajes se refiere. Prueba de ello es el Hayedo de Tejera Negra, situado en el término municipal de Cantalojas. Es uno de los hayedos situados más al sur de Europa y está incluido en la lista del Patrimonio de la Humanidad en 2017.
Como su nombre indica, el principal reclamo del parque es su masa forestal de hayas, de unas 400 hectáreas, si bien también hay especies como melojos, pinos, tejos, acebo y abedules. Si eres amante de las setas, aquí no te resultará difícil dar con ellas en octubre y noviembre. Una de las que más proliferan es el delicioso Boletus edulis, identificable por su grueso pie blanquecino y su sombrero marrón. En cuanto a los animales, podrás avistar corzos, zorros, gatos monteses, lobos ibéricos, garduñas, tejones, comadrejas, jabalíes y rapaces nocturnas, como el cárabo, el búho chico o el mochuelo.
Valle del Jerte, Cáceres
Aunque este rincón de Extremadura es conocido sobre todo por la floración del cerezo, que tiene lugar en el mes de marzo, adentrarte en el valle del Jerte en otoño es también un acierto. Declarado Bien de Interés Cultural en 1973, esta mancomunidad de municipios situada junto al Valle del Ambroz es un regalo para los sentidos, también en la época de la caída de la hoja. Accede al Centro de Interpretación de la Naturaleza y, desde allí, sigue la ruta a través de la que se accede a un espacio natural de gran atractivo, conocido como Pilones.
No dejes tampoco de recorrer la localidad de Jerte, rodeada de huertas y árboles frutales. Aunque fue arrasada por las tropas napoleónicas en 1809, la calleja de los Bueyes conserva edificios que sobrevivieron al fue, y cuyas fachadas lucen los tradicionales entramados de adobe y madera. A su vez, en la calle Ramón Cepeda, podrás ver casas nobles con sillares de piedra y arcos de medio punto. Y a tan solo 2 km del pueblo, tienes la entrada principal de un paraje que no te dejará indiferente: la garganta de los Infiernos.
Además, en estos meses del año se suelen organizarse actividades especiales de naturaleza y gastronomía: la Otoñada, un motivo más para visitar este rincón de Extremadura y, de paso, probar los suculentos platos típicos locales. Son una auténtica delicia.
Parque Natural de la Sierra de Grazalema, Cádiz
Damos por concluida nuestra lista con los diez mejores sitios para visitar en otoño en España en tierras gaditanas, en el Parque Natural de la Sierra de Grazalema. Parte de su superficie está cubierta por un tupido pinsapar de 400 hectáreas salpicado de encinas, abetos, arces y quejigos en las zonas altas. La abundancia de líquenes y musgos y líquenes son una rareza en mitad de la casi siempre árida Andalucía, a lo que se suma escarpados cañones y grutas subterráneas que te harán sentir el magnetismo de los paisajes otoñales.
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