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Que el adiós de los británicos a la Unión Europea no sea un impedimento para explorar cuatro de los países más fascinantes del Viejo Continente: Inglaterra, Gales, Escocia e Irlanda del Norte. No importa cuántas veces hayas estado allí: con nuestras ofertas de vacaciones en el Reino Unido, tendrás siempre la oportunidad de dar con nuevos rincones que te cautivarán, sumergirte en la cultura local o practicar infinidad de deportes al aire libre entre paisajes únicos, siempre al mejor precio.
La diversidad del Reino Unido se refleja tanto en sus ciudades como en su paisaje. Desde sus escarpadas costas, salpicada de playas de arena y calas secretas, hasta sus sinuosos campos y bosques ancestrales, pasando por las ciudades que marcan tendencias, y de las que puede afirmarse que han cincelado la cultura occidental. Además, muchas de ellas ofrecen al visitante buenas dosis de patrimonio arquitectónico, cultura, museos de vanguardia, coloridos mercadillos, restaurantes aptos para cualquier presupuesto y una generosa vida nocturna.
No te lo pienses más: echa un vistazo a nuestras ofertas de vacaciones en el Reino Unido y a esta pequeña guía de viajes que hemos preparado para ti. ¿Hacemos las maletas?
Sin duda, viajar a Reino Unido en avión es la opción más cómoda y rápida. Muchos de quienes ponen rumbo a este destino aterrizan en alguno de los seis aeropuertos localizados en Londres, la capital inglesa, y sus alrededores: Heathrow, el aeropuerto internacional con más tráfico aéreo del mundo; el London City Airport, Gatwick, Stansted, Luton y Southend.
Otros aeropuertos importantes en Inglaterra son el de Manchester, Birmingham, Bristol, Newcastle, East Midlands y Norwich; en Escocia, los de Edimburgo y Glasgow; en Gales, el aeropuerto internacional de Cardiff, y en Irlanda del Norte, el aeropuerto de Belfast, también conocido como aeropuerto de Aldergrove.
Otra posibilidad es ir a Reino Unido en ferry. Actualmente, hay conexiones hasta Reino Unido desde España, Francia, Países Bajos y Bélgica. En el caso de España, la naviera Brittany Ferries cubre el trayecto de Bilbao a Portsmouth, con dos travesías semanales; de Santander a Plymouth, con una salida a la semana, y de Santander a Portsmouth, con dos barcos semanales. La duración de estos recorridos oscila entre las 20 horas y las 24 horas.
¿Prefieres ir a Reino Unido en coche? También es posible, tomando el Eurotúnel, inaugurado en 1994 y situado en la localidad francesa de Coquelles (Calais). El punto de llegada es la población inglesa de Folkestone. Esta misma vía es la que utiliza el tren Eurostar, que conecta París y Londres. La frecuencia habitual es de 14 trenes diarios.
Reino Unido posee un clima oceánico, con veranos suaves, inviernos frescos y abundantes precipitaciones durante todo el año. Los principales factores que lo condicionan son su latitud norte, su situación a orillas del océano Atlántico y las altas temperaturas debido a las corrientes marinas. Aunque el tiempo puede cambiar notablemente de un día para otro, la variación térmica a lo largo del año no es muy acusada. El promedio oscila entre los 4 °C y los 6 °C en invierno, en las áreas más septentrionales, a entre 12 °C y 17 °C en el sur, durante el verano. La media anual de lluvias supera los 1.100 mm, con máximas de 5.100 m en las montañas del norte.
Irlanda del Norte, Gales y la parte occidental de Inglaterra y Escocia, más próximas al Atlántico, son generalmente cálidas, húmedas y ventosas, y la fluctuación de las temperaturas puede ser extrema. De hecho, la zona registra habitualmente grandes variaciones en los termómetros, tanto diarias como estacionales. Asimismo, los valores térmicos suelen ser más bajos que en el sur de Reino Unido.
Aunque todo el Reino Unido se encuentra bajo la influencia de masas marinas tropicales del suroeste, Irlanda del Norte y el oeste de Escocia son las áreas más expuestas a las masas de aire polar. A su vez, el este de Escocia y el noroeste de Inglaterra son más propensos a recibir masas de aire polar continental, que trae aire frío y seco, mientras que el sur y el sureste de Inglaterra reciben vientos con aire continental tropical, cálidos y secos. Finalmente, Gales y el suroeste de Inglaterra reciben aire marino tropical, cálido y húmedo.
La mejor época para tus vacaciones en Reino Unido es el final de la primavera y el verano, que es cuando las temperaturas son más agradables y se producen menos lluvias. Aun así, mete siempre en tu equipaje una chaqueta y un impermeable o un paraguas.
Ahora que ya conoces cuál es el mejor momento para tus vacaciones en el Reino Unido y cómo llegar, toca descubrir sus principales destinos turísticos. ¡Toma nota!
Este país, el más extenso de Gran Bretaña —la isla más grande de Europa, gracias a sus 950 km de longitud de norte a sur—, lo tiene todo para enamorar al recién llegado. Además de tres importantes regiones montañosas y otras dos formadas por planicies que se hallan en el sureste y el este, el territorio inglés también reúne majestuosas ciudades te invitamos a descubrir sin prisas.
Un buen lugar para iniciar tu ruta por Inglaterra es hacer un viaje a Londres, que fue la ciudad más grande del mundo desde 1831 hasta 1925. Ubicada a orillas del curso inferior del río Támesis, es uno de los mayores centros económicos y comerciales del mundo, pero también un espectacular museo al aire libre. Su lista de atracciones es ingente, y va desde el icónico Big Ben hasta la Torre de Londres, uno de los escasos edificios medievales que sobrevivieron al incendio que arrasó esta urbe en 1666. Otros lugares de interés son el bellísimo Tower Bridge, construido a finales del siglo XIX; la abadía de Westminster, Buckingham Palace, residencia oficial de la reina de Inglaterra; la catedral de San Pablo, Hyde Park, Saint James Park, la noria conocida como London Eye —ideal si vas a viajar con niños a Londres— y algunos de los museos de Londres más representativos, como el British Museum, uno de los más prestigiosos del mundo; la National Gallery, en Trafalgar Square; el Victoria and Albert Museum, dedicado a las artes decorativas, y el museo de cera de Madame Tussauds. Todo esto a pocos pasos de tu hotel en Londres. Ya lo dice un popular refrán local: “si un hombre está cansado de Londres, está cansado de la vida”. ¡Que no falte en tus vacaciones en Reino Unido!
De todos modos, es mucho más cuanto hay que ver en Inglaterra. Si te apasiona la música, no puedes dejar de visitar Liverpool, la ciudad que vio nacer a The Beatles. Ubicada en la margen derecha del río Mersey y junto al mar de Irlanda, se trata de una urbe marítima e industrial que ha experimentado una profunda transformación en las últimas décadas. Una vez allí, te invitamos a contemplar sus edificios mercantiles conocidos como las Tres Gracias: el Royal Liver Building, el Cunard Building y el edificio del puerto de Liverpool, en el sector del Pier Head. Pasea también por Albert Dock, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 2004; accede al Museo Internacional de la Esclavitud, regálate unas vistas únicas desde la terraza de la Radio City Tower y desconecta con un relajante crucero por el río.
Otra ciudad industrial, muy conocida por sus equipos de fútbol, es Manchester. Emplazada a orillas del río Irwell y antiguo epicentro mundial de fábricas de hilaturas de algodón, cuenta en su parte moderna con importantes palacios y galerías de arte. Tampoco desmerece su animada oferta de ocio nocturno.
Otros lugares de interés en Inglaterra son Oxford, una ciudad estudiantil que alberga una de las universidades más prestigiosas del planeta y que cuenta con espectacular Bleinheim Palace a apenas 8 km; Cambridge, otra ciudad universitaria de primer nivel; Canterbury, cuya catedral forma parte del Patrimonio de la Humanidad; Bath, en el condado de Wessex, una antiquísima ciudad termal romana, poseedora de una bella abadía y de numerosos edificios neoclásicos, y Stonehenge, en Wiltshire, el monumento megalítico más famoso del mundo y con más de 4.000 años de historia.
En la frontera con Escocia, también podrás ver el muro de Adriano, levantado en el año 122 d.C. para que sirviese de frontera entre los territorios conquistados por Roma en la isla de Britania y los bárbaros.
El país de Gales, sito en el oeste de Gran Bretaña y recorrido por los montes Cámbricos, es uno de esos destinos poco conocidos, pero que impresionan al viajero. La capital es Cardiff, situada en la abadía de Bristol y próxima a la frontera con Inglaterra. Aunque su principal reclamo es el castillo de Cardiff, originario de 1091 y de estilo neogótico, esta ciudad también encierra otros lugares llamativos, como la Asamblea Nacional de Gales, el Millennium Stadium, el edificio Pierhead, de ladrillo rojo; la catedral de Llandaff y las galerías victorianas del centro.
Otros de los sitios que hay que visitar en Gales es el Snowdian National Park, un espacio protegido que se enmarca en una espectacular región montañosa del norte del país, y Anglesey, donde podrás contemplar el puente de Menai y el castillo de Beaumaris. No te pierdas tampoco North Shore Beach, una de las playas más pintorescas de Reino Unido.
¿Preparado/a para conocer de primera mano la cuna de Tom Jones y Ken Follett?
Durante tus vacaciones en Reino Unido, también resulta obligado dedicar un tiempo a conocer Escocia, un país situado al norte de Gran Bretaña que destaca por su diversidad de paisajes. La campiña ondulada, sus bulliciosas ciudades, sus esbeltas montañas y sus pueblos de postal hacen que un viaje a Escocia sea siempre un acierto seguro.
Un buen lugar para iniciar tu recorrido en Escocia es su capital, Edimburgo, cuyas ciudad vieja son Patrimonio de la Humanidad desde 1995. Nuestra recomendación es que visites la Scottish National Gallery y el castillo de Edimburgo, desde el que gozarás de una panorámica espectacular; que des un paseo por la mítica Victoria Street o que recorras a tu ritmo el puerto de Leith, anexionado a la ciudad en 1920. ¡Saca el máximo partido a tu viaje a Edimburgo!
Y qué decir de los fotogénicos castillos de Escocia. Uno de los más admirados es el castillo de Dunrobin, que hará que te hará sentir como si estuvieras de vacaciones en Francia. Se trata de una de las residencias habitadas más antiguas de Gran Bretaña, ya que data de principios del siglo XV. Dirígete también hacia el castillo de Eilean Donan, que se encuentra en lo alto de un islote, y cuyas vistas alcanzan la isla de Skye. También puedes optar por el castillo de Craigievar, que supuestamente sirvió de inspiración para el castillo de la Cenicienta de Walt Disney.
Por descontado, también puedes hacer una excursión al lago Ness, escenario de una de las grandes fakes news del siglo XX gracias a su celebérrimo monstruo, o rendirte a los paisajes de las hipnóticas islas Orcadas.
Con una superficie que combina llanuras bajas y colinas (su altitud media no supera los 180 m de altitud), Irlanda del Norte tampoco defrauda.
Uno de los lugares que hay que ver en Irlanda del Norte es su capital, Belfast. Además de su castillo y su impactante City Hall, también debes pasarte por el Titanic Belfast, un museo en primera línea de mar cuyo nombre rinde tributo al famosísimo trasatlántico norirlandés, hundido en 1912 durante su primera travesía tras chocar contra un iceberg. Ojea también los murales de Belfast, un magnífico ejemplo de arte urbano y una enciclopedia visual de lo que ha sido la convulsa historia de esta ciudad durante el siglo XX, debido a los conflictos ya superados entre católicos y protestantes.
En Irlanda del Norte, también puedes viajar hasta Lough Neagh, el lago más extenso del Ulster gracias a sus 390 km2, y hasta la Calzada del Gigante. Formada por 40.000 columnas basálticas de origen volcánico y con una antigüedad de unos 60 millones de años, este capricho geológico es una de las grandes maravillas naturales de las islas británicas.
Si te apetece, también puedes aprovechar para realizar un viaje a Irlanda que incluya este país católico (nos referimos a la República de Irlanda), en el que te aguardan ciudades tan mágicas como Dublín o Galway, y paisajes como los acantilados de Moher o las sobrecogedoras islas Aran.
Te resultará imposible aburrirte durante tus vacaciones en Reino Unido. Para empezar, las ciudades británicas te ofrecen infinitas opciones para ir de compras. Por ejemplo, en Londres, podrás curiosear en los mercadillos de Camden o de Portobello. ¡Nada mejor para los amantes del shopping! Asimismo, la capital inglesa es perfecta para hacer numerosas rutas culturales.
¿Lo tuyo son los deportes de aventura? Si es así, aquí tienes la oportunidad de llevar a cabo un gran cantidad de actividades, que van desde el rápel hasta el ciclismo de montaña, pasando por el senderismo, el surf —para ello, nada mejor que las playas de Cornualles, dominadas por un agradable clima templado—, o los paseos en poni o en cayac. Otra manera de acercarse a la fauna local es participar en salidas organizadas para el avistamiento de focas, aves y otros animales característicos de las tierras anglosajonas.
Por otro lado, no hay que perder de vista que Reino Unido alberga algunos de los eventos más importantes del mundo. Basta con recordar que, en Inglaterra, casi todo se detiene durante 15 días para Wimbledon, el torneo de tenis del Grand Slam más importante del mundo. A su vez, en agosto, Escocia acoge el Festival de Edimburgo, la fiesta de artes escénicas más importante del planeta.
¿Y qué decir de la gastronomía británica? Y no, no hablamos solo del omnipresente fish and chips o del pastel de cordero. En las últimas décadas, Reino Unido ha dejado atrás su mala fama culinaria y se ha convertido en un centro de alta cocina. Sin ir más lejos, Londres rivaliza con París y supera a Nueva York en estrellas Michelin. Por supuesto, también puede escuchar la mejor música celta en sus pubs, un espacio ideal para degustar el exquisito whisky escocés.
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