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Aunque instintivamente tendemos a asociar las playas de España con el Mediterráneo, el litoral de la península ibérica tiene mucho más que ofrecer al viajero. Por ejemplo, la espectacular línea costera del norte. ¿Quieres descubrir uno de sus rincones más mágicos al mejor precio? Si es así, no dejes de consultar nuestras increíbles ofertas de vacaciones en la Costa Verde, Asturias.
Esta franja se extiende a lo largo de 345 km, entre Cantabria y Galicia y a orillas del mar Cantábrico. Sin duda, este destino cautiva al recién llegado por sus paisajes naturales pintados de un verde intenso —de ahí el nombre de su marca turística—, sus calas solitarias, sus sobrecogedores acantilados, sus pueblos pesqueros tradicionales y las bondades de la cocina asturiana.
¿Estás listo/a para unos días de sol y playa diferentes? En esta pequeña guía de Asturias y su costa, encontrarás buenas ideas para tu próxima escapada en pareja, en familia o con amigos.
La opción más rápida es viajar a Asturias en avión, tomando un vuelo directo desde Madrid, Barcelona, Santander, París o Londres, entre otras ciudades españolas y europeas. El aeropuerto de Asturias (OVD) se encuentra a 15 km de Avilés y dispone de buses que llevan hasta esta localidad, hasta Gijón (40 km) y hasta Oviedo (47 km), la capital regional.
Para quienes deseen llegar a Asturias en tren desde fuera del Principado, pueden desplazarse hasta la estación del Norte, la más importante de Oviedo. Hasta allí llegan trenes de larga y media distancia, regionales y de cercanías operados por Renfe. Estos unen Oviedo con los principales municipios de la comunidad, así como con el resto de la cornisa cantábrica y el centro y el este de España.
Junto a la estación de ferrocarril, se halla la estación de autobuses de Oviedo, construida en 2003. Hasta allí llegan numerosos autocares de la compañía ALSA, la empresa que opera la mayoría de trayectos de bus interurbano desde numerosas localidades españolas, como Madrid o Barcelona. Además, hay conexiones internacionales en autobús con París, Bruselas, Ginebra y Zúrich.
También es posible desplazarse a Asturias en coche. Si se viene de Madrid, se puede tomar la A-66, que conecta la capital de España con Oviedo (445 km) y Gijón (475 km).
La costa asturiana posee un clima atlántico templado, con lluvias abundantes repartidas durante todo el año y temperaturas suaves tanto en invierno como en verano (en los meses más cálidos, no se suelen superar los 20 °C de media). Debido a su accidentada geografía del Principado y la cercanía entre las montañas y el mar, no obstante, en Asturias no son extraños los microclimas, siendo los más habituales el oceánico lluvioso, el oceánico interior y el de montaña. El clima puede cambiar bastante rápido en un corto período de tiempo, y también en distancias relativamente cortas. Por ejemplo, es posible comenzar el día con neblina, que se irá diluyendo hasta dejar un día soleado y brillante.
El período más lluvioso es el que va de noviembre a febrero, si bien puede llover en cualquier época del año. Por eso, es recomendable llevar un impermeable ligero o un paraguas al visitar la zona.
Es mucho cuanto hay que ver en Asturias y su costa. Viajando por el litoral en sentido oeste, la primera localidad de importancia turística que encontramos es Llanes, una villa marinera situada cerca de los Picos de Europa, con cerca de 40 playas —incluida las famosas playas de Torimbia y Gulpiyuri o Andrín— y un vasto patrimonio monumental, concentrado sobre todo en su casco antiguo. Su puerto mantiene parcialmente la actividad pesquera, por lo que vale la pena recorrerlo.
Retomando la marcha, se alcanzan la impresionante playa de Bufones de Pría —en Llanes de Pría, la parroquia más occidental de Llanes— y Ribadesella, un concejo que limita al sur con la turística Cangas de Onís —allí se hallan un puente romano, la cueva del Buxu y el santuario y los lagos de Covadonga— y Parres, y que fue fundado por Alfonso X el Sabio. Considerado como uno de los principales puertos asturianos del siglo XIX, tiene como principal reclamo la cueva de Tito Bustillo, con impresionantes pinturas prehistóricas. Además, el primer sábado tras el 2 de agosto, esta localidad acoge una competición deportiva de gran prestigio: el Descenso Internacional del Sella, que tiene lugar entre Arriondas y Ribadesella.
En Colunga, te recomendamos prestar atención a la playa de La Isla; en Lastres, echa un vistazo a la parroquia de Santa María de Sábada y a su faro (1994), el más reciente de Asturias, y en Villaviciosa, a la playa de Rodiles, comunicada con la playa de Misiego y situada en el delta de la ría de Villaviciosa.
Tampoco hay que perderse Gijón. Además de admirar la playa de San Lorenzo, hay que descubrir monumentos y alicientes como el Palacio de Revillagigedo o del Marqués de San Esteban de Natahoyo, ubicado junto al puerto deportivo; las termas romanas, el edificio de La Rula, donde se subasta el pescado; la iglesia de San Juan Bautista, el museo Casa Natal de Jovellanos, el Museo del Pueblo de Asturias y el Museo de la Gaita. En la parte alta del cerro de Santa Catalina, se puede contemplar el Elogio al horizonte, del escultor Eduardo Chillida. A poca distancia, te toparás con las playas de Candás y Luanco.
Otro punto remarcable de nuestra ruta por la Costa Verde es el cabo de Peñas, el más septentrional del Principado, que divide la costa oriental y occidental de Asturias. Este cabo está declarado paisaje protegido por su flora y fauna propias y sus acantilados, que en algunos puntos superan los 100 m de altura.
Nuestra siguiente parada será Avilés, un concejo a orillas de la ría homónima que puede presumir de un bonito casco antiguo, declarado Conjunto Histórico-Artístico en 1955, y de una notable arquitectura industrial del siglo XX. Además, está muy cerca de Castrillón, donde la playa de Arnao invita a desconectar.
Durante tus vacaciones en la Costa Verde, también debes descubrir la hermosa playa de Muros de Nalón y, un poco más adelante, Cudillero, una hermosa villa pesquera que en 2020 fue elegido como por los lectores de Condé Nast Traveler como el pueblo costero más bello de España. Sus encantadoras casas de colores y sus ejemplos de arquitectura marinera te dejarán un recuerdo imborrable.
Más adelante, también puedes detenerte junto al Cantábrico en Luarca, perteneciente al concejo de Valdés, y en la playa de Arnao, en Castropol. Y aunque no queda en la costa, no dudes en hacer una escapada al castro de Coaña, una de los poblados prerromanos mejor conservados del país y un exponente excepcional de la cultura celta. Esta maravilla aguarda cerca de la frontera con Galicia.
Evidentemente, y aunque no está en el frente marítimo, también se recomienda visitar la capital asturiana, Oviedo. Entre sus puntos de interés, conviene mencionar su catedral, en cuyo interior se venera el Santo Sudario; la preciosa plaza del Fontán, con coloridas fachadas y soportales; el Campo de San Francisco y las iglesias prerrománicas de San Julián de los Prados (o Santullano), San Miguel de Lillo y Santa María del Naranco. El Museo de Bellas Artes, en la plaza de la Catedral, contiene obras de artistas asturianos, así como de Picasso y El Greco.
Cerca de Pola de Lena, también se puede acceder a la iglesia prerrománica de Santa Cristina de Lena, originaria del siglo IX y declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, al igual que otras obras maestras del arte prerrománico astur.
Aunque el mar Cantábrico es menos apacible y más frío que el Mediterráneo, las playas de Asturias son perfectas para tomar el sol y para el baño, y una excelente elección para practicar surf y windsurf. Uno de los lugares más frecuentados para descargar adrenalina con estos deportes acuáticos es Tapia de Casariego, en la costa occidental asturiana.
Por otro lado, la naturaleza circundante ofrece infinitas opciones para el deporte y la relajación. A pocos kilómetros de estas playas, se encuentran lugares tan remarcables como el Parque Nacional de los Picos de Europa y los Lagos de Covadonga, perfecto para entrar en contacto con la naturaleza y hacer senderismo. De todos modos, esta no es la única opción para quemar suela, ya que Oviedo es la última etapa de la ruta jacobea del Camino de San Salvador, y el inicio del Camino Primitivo, a través del cual se llevó a cabo la primera peregrinación a Santiago.
Si te gusta el ocio nocturno, Oviedo es una apuesta segura. Al caer la noche, no dejes de pasarte por la calle de Mon, ubicada justo al lado de la plaza de la catedral. Y si no te importa madrugar, dirígete a la calle Gascona, justo al norte de la catedral, de la que se dice que alberga la mayor cantidad de sidrerías del mundo.
Por otro lado, durante tus vacaciones en la Costa Verde no puedes dejar de degustar la exquisita gastronomía asturiana. El plato estrella de la región es la fabada asturiana, elaborada con habichuelas, chorizo, morcilla y tocino. Mención aparte merecen sus exquisitos quesos, de los que se producen más de un centenar de tipos en el Principado. En cualquier caso, el más conocido es el queso de Cabrales, que se elabora únicamente en el pueblo del mismo nombre y en tres pueblos del municipio de Peñamellera Alta, en el extremo norte de los Picos de Europa, en el este de Asturias. Muchos lo consideran uno de los mejores quesos azules del planeta, por lo que resulta obligado probarlo. También es muy recomendado el queso Gamoneu, otro queso azul, pero más suave y más sólido que el anterior. Otros platos típicos asturianos son el cachopo, una especialidad de ternera empanada, y los frisuelos, muy similares a las creps francesas.
Por supuesto, merece la pena regar cualquier comida o cena con una buena sidra. Destilada con manzanas locales, como las del tipo Raxao o Xuanina, esta bebida destaca por la forma en que se sirve: el escanciado. Este ritual consiste en dejar caer la sidra de la botella con una mano por encima de la cabeza mientras que el vaso delgado y ancho especial se sostiene con la otra mano debajo del nivel de la cadera.
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