Si ya tienes reservado tu billete turístico y estás mirando hoteles o apartamentos en Miami para tus próximas vacaciones, deja que te recomendemos una visita que no te deberías perder durante tu viaje: Coral Gables.
Situado al sur de Miami, es uno de los vecindarios más lujosos. Sus calles están muy cuidadas, limpias y en ellas abundan las grandes mansiones con jardines cuidados con todo mimo al más puro estilo inglés.
La zona de Coral Gables comenzó a edificarse hacia 1906, cuando un rico millonario de nombre George Merrick adquirió 4000 hectáreas para llevar a cabo un sueño y cambiar el clima de Massachusetts por el soleado tiempo de La Florida. Junto con su familia aquí construyó su casa, a la que bautizaron como Coral Gables. Cien años después, en Coral Gables podemos encontrar edificios de varios estilos arquitectónicos, aunque si hay uno que predomina por encima de todos, es el estilo mediterráneo y de hecho, la mayoría de sus principales calles tienen nombres de ciudades españolas.
En Coral Gables encontraremos también varios edificios históricos, como la Universidad de Miami que alberga interesantes exposiciones y colecciones de arte; o el hotel Biltmore, con gran similitud a un castillo español y con una torre que recuerda a la Giralda sevillana.
Otro lugar de interés es Venetian Pool, una impresionante piscina creada sobre el hueco de la cantera que sirvió para la construcción de Coral Gables. Es un lugar de ocio y relajación con cascadas, árboles y arquitectura de estilo italiano. Un lugar favorito de los residentes en la ciudad, pero que también encanta a los turistas que quieren pasar una tarde al aire libre.
Coral Gables es también uno de los mejores sitios para ir de compras. Su avenida principal conocida como Miracle Mile (la milla del milagro) está bordeada con más de un centenar de tiendas, boutiques, restaurantes y galerías de arte. Los primeros viernes de mes la comunidad auspicia los llamados Gables Gallery Nights, donde las galerías del lugar abren sus puertas hasta tarde en la noche y ofrecen música, refrigerios y transporte gratuito. ¿Qué más se puede pedir?