Qué ver en Tenerife
Uno de los lugares que hay que ver en Tenerife sí o sí es San Cristóbal de La Laguna. Esta localidad se halla a 9 km al oeste de Santa Cruz de Tenerife, en el valle de Aguere. Fundada en 1496 a orillas de una laguna ya desecada, es una elección ideal para disfrutar de la arquitectura canaria tradicional. Sin ir más lejos, su centro histórico fue declarado en 1999 Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Entre sus edificios más destacados, se cuenta la iglesia de Nuestra Señora de la Concepción.
Otra ciudad que merece la atención del viajero es La Orotava, situada en el corazón del valle homónimo y en las laderas del volcán del Teide, muy cerca de Puerto de la Cruz y a tan solo 36 km de la capital isleña. Esta localidad, una de las primeras colonias españolas en Tenerife, da cabida a la pintoresca Casa de los Siete Balcones, de visita obligada. Por cierto: si quieres aprovechar tu viaje a Lanzarote y Tenerife para despedirte del estrés, ten en cuenta que en La Orotava podrás visitar la playa de El Bollullo, considerada como una de las mejores playas de Tenerife.
Si te da tiempo, se puede realizar una excursión a Los Realejos, localidad que alberga el templo más antiguo de la isla, la iglesia de Santiago, así como la playa de El Socorro, ideal para broncearte o darte un refrescante chapuzón. De arena negra, cuenta con Bandera Azul, por lo que es perfecta para el baño.
En cualquier caso, el buque insignia de Tenerife es el Parque Nacional del Teide, el mayor y más antiguo de los parques nacionales canarias y el tercero más antiguo de España. Asimismo, forma parte del Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO desde 2007. Sus singulares formaciones rocosas y el volcán que le da nombre, de 3.718 m de altitud, confieren un encanto singular a este espacio protegido. Además, esta zona es una de las mejores de las islas Canarias para los amantes del senderismo.
Tras conocer este paraje de ensueño, te aconsejamos desplazarte hasta el noroeste de Tenerife para descubrir dos poblaciones fascinantes. La primera de ellas, Icod de los Vinos, se enmarca en un fértil valle cubierto de viñedos. Además, sus hermosas calles, cuajadas de casonas señoriales, viejos palacios, conventos e iglesias, constituyen un regalo para la vista. Como lugares más remarcables, destacan las iglesias de San Agustín y San Francisco, la pintoresca plaza de la Pila, la capilla de los Dolores, el castillo de San Miguel y, como no podía ser de otro modo, la iglesia de San Marcos, que descuella por su bella portada renacentista. Junto a ella abre sus puertas el principal referente turístico de la localidad: el Parque del Drago. Allí podrás ver el Drago Milenario, un soberbio árbol de 800 años de antigüedad.
También vale la pena realizar una excursión al cercano y fotogénico pueblo de Garachico. Te sorprenderás ante la insólita estampa que ofrece su puerto, cubierto por la lava en 1796. Aproxímate hasta el mirador del Tanque y los acantilados de los Gigantes, de color negro. La playa de El Caletón también es idónea para quienes buscan tranquilidad en su escapada a Tenerife.
Como colofón, puedes tomar la autopista de la costa para descubrir la localidad más importante del este de la isla: Candelaria, a 26 km de Santa Cruz de Tenerife. Esta importante villa marinera y turística es el centro espiritual de la isla, ya que en ella se guarda la imagen de su patrona, que da nombre al pueblo. Según asegura una leyenda, la imagen fue descubierta en el siglo XIV por unos pastores guanches en un barranco cercano, hasta donde la habrían arrastrado las aguas del mar. Por supuesto, debes conocer la imprescindible basílica menor de Nuestra Señora de la Candelaria, que no puede faltar en tu plan de actividades en Tenerife.
Y si antes de volver a casa quieres descansar al máximo, visita Playa Jardín o el lago Martiánez, en Puerto de la Cruz; la playa de Las Vistas y la playa de Los Cristianos, en Arona, la playa de Las Teresitas, en Santa Cruz de Tenerife —donde también puedes disfrutar de algunas muestras de arquitectura colonial—, y la playa de la Arena, en Tacoronte.
Recuerda: no puedes regresar a casa sin haber probado las exquisiteces de la cocina canaria. Uno de los platos más celebrados son el sancocho, una contundente sopa elaborada con carne, patata y verduras; las papas arrugadas, tan sencillas como irresistibles, y el mojo picón, la salsa canaria por antonomasia. Casi tanto como el carnaval de Tenerife.
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