Qué ver en Santorini

Empezamos con este segundo tramo de tu viaje a Atenas y Santorini en una de las islas más bonitas del mar Egeo. Situadas en el archipiélago de las Cícladas, de origen volcánico, presentan una oportunidad única de pasas unos días en pleno paraíso helénico. Empecemos por la capital de esta idílica isla, Fira, o Thira. Este imponente pueblo colgado sobre un acantilado a 260 metros de altura está compuesto por las típicas casas blancas que habrás visto una y mil veces en las fotos. Camina por sus calles empinadas y conoce sus templos religiosos. La catedral ortodoxa, por ejemplo, además de un imponente exterior, posee unos frescos por los que vale la pena entrar. Por otro lado, la colorida catedral católica, dedicada a San Juan Bautista, destaca por su bonito campanario. Otra de las paradas imprescindibles es el palacio de Gyzis, que alberga un museo. Visítalo solamente para observar la arquitectura de su interior. Otro de los museos más interesantes para visitar es el Museo Arqueológico, donde podrás ver piezas pertenecientes a la prehistoria que han sido encontrados en la isla, especialmente en la necrópolis. Una vez hayas explorado esta localidad, es hora de bajar hasta el antiguo puerto para embarcarte en una pequeña excursión para conocer la Caldera de la isla. Se trata de una formación de volcanes que, tras su erupción, han influido en la orografía de Santorini. Así, su actividad ha creado dos islas, Nea Kameni y Palea Kameni. Mientras en la primera podrás descubrir un cráter volcánico, en la segunda puedes bañarte en unas fuentes termales. De vuelta, no te puedes perder la increíble puesta de sol, valorada como una de las más bellas del Mediterráneo.

Sigue tu viaje por Atenas y Santorini visitando las excavaciones prehistóricas de Akrotiri, un asentamiento minoico que se conserva de forma excelente gracias a una erupción que la cubrió en el II milenio a.C. Las construcciones domésticas, algunas de las cuales datan del neolítico, reflejan el estilo de vida de sus gentes, y también incluyen algunos increíbles frescos que dan pistas sobre su día a día. Muy cerca de allí se encuentra la playa Roja, o Kokkini Paralia, llamada así por el color intenso de su arena y alrededores. Su entorno natural la hace ideal para practicar snorkel alrededor de las rocas. Después de relajarte en este curioso enclave te puedes dirigir al pueblo de Oia, otro de los lugares con más encanto que verás en este viaje por Atenas y Santorini. Situada al norte de la isla, este pueblecito pintoresco merece un paseo por sus callejuelas y escaleras con vistas al mar. Destacan la Iglesia de Plátani, con sus reconocibles cúpulas azules que sobresalen por encima de las casitas de pescadores, los tholos, excavados dentro de la roca. Desde aquí podrás visitar la isla de Thirasia. Desde su pueblo de pescadores, puedes subir a la aldea de Manolas para tomar un refresco con unas vistas espectaculares a Santorini. De vuelta a la isla principal, una buena idea es hacer una excursión al monasterio del profeta Elías, una oportunidad para hacer ejercicio, conocer más puntos de la isla y disfrutar de una increíble panorámica. Pero además de la costa, algunos pueblos interiores también tienen un gran encanto. En este caso se trata de Pyrgos Kallistits, antigua capital. Aquí predominan las casas de piedra que conforman un pequeño laberinto por sus calles. Aquí también se encuentra el castillo de Pyrgos, construido en estilo veneciano.

Pero si quieres pasar unos días verdaderamente relajantes durante tu viaje por Atenas y Santorini, te recomendamos algunas de las mejores playas de la isla. Para empezar, Perissa se presenta como una excelente opción para tomar el sol en la arena negra. Ocho km permitirán que siempre encuentres un sitio e incluso pasear por ella. Además, si te gustan los deportes acuáticos debes saber que este es un excelente lugar para practicar esquí acuático o windsurf. Si quieres descubrir algunas ruinas de la zona, puedes visitar Agia Irini, la antigua iglesia bizantina construida en el siglo V. No muy lejos de esta población, también encontrarás las ruinas de la antigua Thera, ciudad construida en la cima de un acantilado. Pasea por los restos de casas llenas de mosaicos, los santuarios con relieves representativos de deidades y un ágora ptolemaica llena de historia. Siguiendo con el repaso de las playas, no podíamos dejar de mencionar la playa de Kamari, de 5 km de longitud y perfectamente preparada para pasar un magnífico día de relax a orillas del Egeo, ya que dispone de sombrillas y tumbonas de uso gratuito. Ideal para un día en familia, cuenta con una gran cantidad de restaurantes, tabernas y bares, situados en el paseo. Monolithos, muy cerca de esta última, puede ser una de las más tranquilas y con aguas calmadas para que los más pequeños puedan aprender a nadar en un entorno de lo más idílico.

Para que tu viaje a Grecia sea redondo, no puede faltar una visita al que llaman el balcón al Egeo. Imerovigli es otra de las poblaciones que se ha construido en lo alto de un acantilado. Pasear por esta tranquila población, darse un chapuzón en una de sus exclusivas piscinas y, cómo no, presenciar un atardecer romántico en este pueblo se convertirá sin duda en uno de tus momentos favoritos en tu viaje por Atenas y Santorini. Si quieres conocer un poco una de las actividades económicas de la isla más allá del turismo, te recomendamos la visita a uno de sus viñedos. La producción de vino blanco se remonta al siglo XIV, cuando se empezó a cultivar la viña para elaborar este delicioso zumo de uva. En bodegas como Santo o Argryos podrás conocer el sistema que se usa en tierra volcánica y degustar las mejores copas.

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