Baudelaire escribió “Un homme qui ne boit que de l’eau a quelque chose à cacher à ses semblables”, es decir, el hombre que sólo bebe agua esconde algún secreto a los demás. Por suerte, Baudelaire vivió en una época en la que París estaba llena de bares/cafés bohemios donde, en general, una copa de vino o una cerveza tenían precios razonables.
París es hoy en día una ciudad muy cara, así que hay que hacer todo lo posible para evitar gastos innecesarios. Para el alojamiento, lo mejor es reservar un albergue donde ofrezcan alojamiento de calidad y precios asequibles (porque hay), y a continuación tenéis algunos trucos para ir a tomar algo sin tener que gastar una fortuna.
Lo primero y principal es alejarse de la zona más turística. Así pues, id hasta République (es fácil llegar ya que la estación de metro cuenta con varias líneas y está muy bien comunicada) y desde allí podréis llegar andando tranquilamente al Canal St. Martin. La zona ha cambiado en los últimos años y ahora está llena de vida. Hoy en día permite respirar el romanticismo de París sin que esto afecte a los precios de las bebidas.
En primer lugar aconsejamos el Chez Prune (36 rue Beaurepaire – Quai Valmy 75010). Es ideal para tomar una copa por la tarde, desde la terraza con vistas al canal cuando cae el atardecer. En el interior, vidrieras y cerámica crean una decoración típica de tiempos pasados…
Andando unos minutos junto al canal llegaréis a Le Point Ephémère (200 quai de Valmy 75010). Este bar está ubicado en un edificio que comparte con la estación de bomberos, ¡ni más ni menos! La principal característica es que combina el arte y el entretenimiento; en el interior podréis ver exposiciones fotográficas y retrospectivas de jóvenes artistas locales, y en ocasiones incluso hay conciertos de música en directo.
La tercera etapa de esta breve ronda de bares junto al canal termina en Bar Ourcq (68 quai de la Loire 75019), que recibe el nombre del Canal de l’Ourcq. Tardaréis unos 15 minutos andando desde el otro bar. Esta zona es un ejemplo perfecto de la multiculturalidad francesa, ya que aquí diferentes culturas conviven y crean un ambiente creativo y estimulante.
El local es bastante pequeño y a menudo en el interior hay sesiones de DJs. Sin embargo, el tamaño es muy limitado y, sobretodo cuando hace buen tiempo, la mayoría de gente compra su bebida y se sienta junto al canal.
Hay muchos otros bares en París que os pueden interesar, pero estos tres son perfectos para hacer una pequeña ruta junto al canal, disfrutar de una copa al aire libre (si el tiempo lo permite), y todo sin tener que gastaros una fortuna.