Hoy te recomendamos tres playas españolas que no te puedes perder, paraísos naturales a menos distancia de lo que te imaginas. ¡Descúbrelas!
PLAYA MITJANETA – Menorca
Que desde el principio de los tiempos esta isla haya estado habitada no puede ser una casualidad. Los hombres de la Edad del Bronce, romanos, fenicios, cartagineses y árabes… Todos han visto en ella un paraíso imposible de abandonar. Y, por suerte, se ha mantenido al margen de la explotación hotelera y todavía quedan playas casi vírgenes, como ésta, a la espera del viajero dispuesto a abandonar el coche y aventurarse por los caminos no oficiales.
Cómo llegar Por la carretera que une Ferrerías y Cala Galdana encontrarás un desvío, que permanecerá cerrado en el caso de que ya hayan pasado por aquí muchos coches. Aparca, échate la toalla al hombro y camina por el sendero hasta alcanzar la arena. No te arrepentirás.
PLAYA DE RODAS – Pontevedra
Está en las Islas Cíes y el diario británico The Guardian la ha elegido como la mejor playa del mundo (por delante de paraísos de Brasil, Indonesia o El Caribe). Y para aumentar su encanto resulta imposible que su arena se llene de turistas atraídos por tan suculento reclamo, ya que está declarada Parque Natural y las visitas se controlan con cuentagotas –que en este caso es una pequeña embarcación desde Vigo.
Alcánzalas navegando Las Cíes sólo son accesibles por barco entre julio y septiembre y, en caso de que las condiciones meteorológicas sean favorables, también en Semana Santa. Parte de Vigo. (Más info. Oficina de Turismo de Vigo: tel. 986 43 05 77 o www.turgalicia.es).
EL MÓNSUL – Cabo de Gata
Inexplicablemente Almería ha logrado permanecer a salvo de ese síndrome incurable que lleva a edificar de modo desenfrenado y compulsivo cualquier lugar que se encuentre cercano a la costa mediterránea. El hecho de que esta zona fuera declarada Parque Natural en 1987 tiene mucho que ver con este milagro y que playas como Cala Higuera, Cala del Cuervo o El Mónsul permanezcan todavía casi vírgenes. Esta última es famosa por la enorme roca que surge en el centro de la arena y hacia la que sentirás una infinita gratitud en esas horas en las que el sol más que un placer es casi un infierno.
Explora los ricos fondos marinos de este Parque y el casco de un barco hundido en sus aguas hace casi un siglo realizando alguna de las excursiones submarinas que podrás realizar por la zona.